miércoles, 29 de febrero de 2012

Deep In A Dream. La larga noche de Chet Baker.


Hace escasos unos tres días empecé a leer la triste y magnífica biografía de Chet Baker. Me gustaría haberme esperado a finalizar el libro antes de realizar este post, pero no hubo manera... Soy muy impaciente. 
Por el momento, el libro me está gustando mucho y engancha desde la primera página. Si aprecias la música de Baker, te gustará, o como mínimo, te interesará este libro.



Su música fue la máxima expresión del cool jazz de la costa oeste. Aunque el mérito de dicho género jazzístico se le atribuye con toda claridad y sin ningún tipo de duda a Miles Davis cuando en 1954 mostró al mundo entero el Birth Of The CoolBaker quedó impregnado, primero con el bebop de Dizzy Gillespie y Charlie Parker, y después del encanto refinado de Miles Davis.

Baker, siempre será recordado por su estilo suave, lírico y melancólico de tocar la trompeta. Su voz era frágil e intimista, aterciopelada, profunda y afeminada como lo era también su presencia. 

Siempre se mostraba con un lamento latente e inexpresivo, queriendo demostrar al mundo su desaliento y su agónica manera de vivir. Su adicción a las drogas le dejaron un rostro afligido y machacado, prácticamente en los huesos. Su depresiva manera de ser, y su alocada y rebelde manera de llevar el rumbo de su vida hicieron de él "el James Dean del jazz" como fue apodado en más de una ocasión, o como muchos otros le atribuían, "el poeta del jazz".

Fue un hombre solitario y de pocas palabras, siempre tuvo tras de sí un halo de misterio que hacía que la gente se interesara más sobre él. Según el biógrafo James Gavin, autor del libro: "Era muy propio de Baker hacer que todo el mundo se planteara preguntas, incluso después de muerto".

La vida de Chet Baker fue llevada al máximo apurando el límite que separa la delgada línea entre la vida y la muerte. El jazz y la heroína fueron su vida, su pasión y su modo de existir, o mejor dicho, de sobrevivir. 
He podido ver y leer (hasta donde he llegado) que James Gavin muestra su traumática infancia, sus comienzos con la trompeta, sus influencias más directas, sus romances, sus éxitos como músico, su inseguridad sexual, sus primeras experiencias con la droga... De una manera tan fluida y cuidada como lo era Baker con su música.

Su muerte en 1988 en Ámsterdam fue un enigma no del todo claro. Nunca se supo si fue un suicidio, un accidente causado por la droga (aunque no le encontraron ni rastro de heroína) o un asesinato.

A parte de su malograda vida, hay que decir que su música fue excepcional, lírica y elegante. El cool jazz fue cosa de Miles, pero Chet Baker será el modelo y prototipo perfecto para el género. Aunque en sus inicios de carrera no lo tuvo nada fácil en algunos sectores del país: en la costa Este fue muy criticado por que querer copiar el estilo y la forma de Miles Davis y los músicos afroamericanos de jazz no lo soportaban por mucho que Charlie Parker se fijara en él y le permitiese tocar a su lado. La mayoría de sus fans eran chicas adolescentes que estaban locas por su físico y no por su música. 
A Chet se le quería o se le odiaba, pero es indiscutible que con el tiempo su música ha creado escuela
y seguirá siendo uno de los grandes del (Cool) jazz, sin duda.

El escritor belga Marc Danva, dijo que su música era "uno de los lamentos más hermosos del siglo XX".

En la contra portada dice:

"Gavin ha escrito una biografía muy documentada - decenas de entrevistas, reseñas de la época, testimonios inéditos-, utilizando a la vez el punto de vista del sociólogo, el crítico musical y el biógrafo. El resultado es una de las mejores biografías sobre Chet Baker, un retrato conciso del artista y la época que le tocó vivir".
Publishers Weekly


"Jazz, talento, pérdidas y drogas: Chet Baker es el representante del cool jazz con más carisma. Su vida y su obra se funden a la perfección en la biografía de Gavin. Un libro apasionante y trágico, como la vida del propio Baker". Booklist


Aparte de éste y otros muchos artículos y libros que hablan de su vida y obra. Hay un sobrecogedor largo metraje documental dirigido por Bruce Weber llamado Let's Get Lost (1988), donde relata el día a día de la última gira del trompetista de una forma muy trasparente y sincera.


El presupuesto que tenía Weber para realizar el documental era ínfimo y en cambio la estética visual es preciosa donde un deslumbrante blanco y negro le da cierta autenticidad.
Es un documento que atrapa de principio a fin y existen momentos en que se te ponen los pelos de punta, no he visto un documental musical tan grande como este. De los mejores que he podido ver en mi vida.


"Un retrato que estremece y que hace del filme uno de los mejores perfiles humanos de un músico jamás abordado por el documental de cualquier época y procedencia". M. Torreiro: Fotogramas


Chet Baker 23-12-1929/13-5-1988