martes, 10 de abril de 2012

Kraftwerk. "The Man-Machine"....




Kraftwerk: "The Man-Machine" - 1978




Kraftwerk (central energética en Alemán) son probablemente uno de los grupos de música más afamados de la historia de Alemania.


El grupo se forjó inicialmente por Florian Schneider y Ralf Hütter en 1970. Se conocieron en el conservatorio de música Düsseldorf y formaron parte de un grupo llamado Organisation.

Poco después y de haber abandonado dicho grupo, empezaron, a principios de los 70, a pensar en Kraftwerk. Pero fue entre el 74 y 75 con Autobahn (1975) y ampliando el número de personas en el conjunto (Wolfgang Flür a la percusión y Klaus Roeder con el violín y guitarra) donde Kraftwerk saldría a la luz explotando artísticamente y dándose a conocer de forma más amplia en el movimiento electrónico alemán conocido como Kautrock, donde también aparecen grupos como NEU!, Harmonia, Can o Klaus Schulze.



Después del más que notable Autobahn, Klaus Roeder abandona el grupo y es substituido Karl Bartos.
Como nota anecdótica, Kraftwerk, prácticamente no concede entrevistas, suelen ocultarse tras ese aura de misterio que los hace más interesantes. Se les considera muy perfeccionistas en su trabajo y realmente, sí que dan esa sensación de autómatas programables, de robots o de androides de otro planeta. Es la imagen, casi mítica, de los cuatro posando de forma recta y equilibrada dando una imagen muy aséptica, limpia y meticulosa.


The Man-Machine es posiblemente uno de los trabajos de mayor relevancia que ha facturo el grupo alemán, según se dice, es el más exitoso y quizás, también de los más predominantes e influyentes.

Sin duda, estamos ante una obra de arte sonora donde encuentras joyas que innegablemente pasarán a la posteridad de la historia de la música electrónica. Sin ir más lejos, se podría citar a “The Model”, todo un himno del pop electrónico. También nos topamos con “Metropolis” un claro antecedente de la música techno. O el perpetuo "The Man-Machine", tema principal del álbum donde la electrónica fluye de forma hipnótica. Solo hay que dejarse llevar por esos minúsculos y sintéticos sonidos y un claro vocoder que años venideros se utilizaría hasta la saciedad.


Estamos ante los hombres-máquina, el futurismo, los robots, la tecnología, la vida artificial a través de la ciencia tecnológica y ante una música electrónica aun no concebida para el gran público a nivel global. Sin titubeo alguno, Kraftwerk asignan las primeras bases de la música electrónica de hoy.

Un poco de historia...

Si que es cierto que si nos remontamos en la Francia de los años 40 estaba un señor llamado Pierre Schaeffer y su musique concrète (música concreta) donde aquí, ya se tanteaba el terreno de la electrónica extrayendo  sonidos sacados del ambiente y el ruido del mundo cotidiano que nos rodea. También fue uno de los primeros en manipular y trastear el sonido ya grabado, para, ulteriormente, ser insertado en otros cortes ya existentes. En pocas palabras sería el arte en el proceso del sampleo. Sistema que tanto se utiliza para la composición de la actual música electrónica.


Por otro lado estaba Pierre Henry, padrino de la electro-acústica. Ambos colaboraron juntos en numerosos proyectos de estudio sobre la música concreta y sus posibilidades creando un grupo de investigación donde se albergaban diferentes compositores y teóricos interesados en la electro-acústica o la musique concrète.



Pero si echamos marcha atrás a esta historia y dónde y cómo empezó todo, hay que nombrar de obligada forma al vanguardista italiano Filippo Tommaso Marinetti (1876-1944), fundador de la principal corriente del Futurismo donde escribía extravagantes poemas y obras de teatro de corte experimental. Y por supuesto, el también futurista y el también italiano Luigi Russolo (1885-1947) pintor, inventor y ante todo, compositor de música.
En 1913, este señor inventó una máquina llamada Entonadora de Ruidos y fue uno de los primeros ideólogos de la música electrónica donde sorprendía a unos, y fue ariscamente criticado por otros. En el mismo año, firmó un manifiesto llamado “El arte de los ruidos”.


Pierre SchaefferPierre HenryLuigi Rossolo y poco más tarde  Karlheinz Stockhausen o John Cage (padre progenitor de la música aleatoria) se aventuraron a profetizar el mañana y en pensar, estudiar y divulgar el futurismo o la vanguardia más free como forma de arte. Tiraron la primera piedra siendo unos visionarios de la electrónica y el avance sin prejuicio alguno.

Kraftwerk se encuentra en medio de ese cruce de músicas experimentales ya mencionadas y las nuevas tecnologías que ofrecieron, en su día, los esplendorosos e innovadores años 70. 

Los primeros trabajos del cuarteto alemán son extremadamente chocantes y experimentales donde la noise music, los vocoders mega-robotizados, el ambient, el minimalismo, sintetizadores que no parecen de este planeta y la música industrial muy propia de la época, son su principal fuente de sonido. El ejemplo más claro está en Kraftwerk 1 (1970) y Kraftwerk 2 (1971) y posteriormente en temas como “Radio Stars” o “Ohm Sweet Ohm” del Radio-Activity (1975).



Kraftwerk se basa en el futurismo, en la coexistencia del hombre y la máquina y en las fuentes de la comunicación tal y como ha ido incorporando en sus trabajos año tras año: las autopistas, los trenes, las frecuencias radiofónicas, las computadoras, las bicicletas, las carreteras, los coches  y máquinas de toda índole se muestran en cada uno de sus álbumes. Trabajos facturados en el Kling Klang Studio: centro neurálgico de casi todos los discos del cuarteto alemán.



Volviendo al The Man-Machine he de reconocer que me fascina su carátula en tonos extremadamente rojizos exceptuando las corbatas que el conjunto, al completo, llevan sobre sus limpias y planchadas camisas (también rojas) y sus blanquecidos y pálidos rostros. La imagen es de las más representativas de Kraftwerk: los cuatro, puestos en línea sobre una escalera y cada uno de ellos sobre un peldaño de la misma, la imagen es sorprendente y fría al mismo tiempo.

Entre los muchos discos de Kraftwerk, me decanto por The Man-Machine porque pienso que es un disco clave para entender la música electrónica contemporánea. Por otra parte, podría haberme decidido por cualquier otro disco como el eterno clásico y célebre Trans Europe Express (1977) siendo este de gran relevancia que sirvió como punto de partida al electro hip-hop cuando Africa Bambaataa, a principios de los 80 (creo que fue en 1982) produjo un rotundo y pegadizo bombazo llamado “Planet Rock”, donde indudablemente se muestra forma clara (y descarada) la sampleada extraída de la ya famosa melodía de "Trans Europe Express". Otro gran álbum del cual me siento orgulloso de tener es el Computer World del 81.



La verdad, quería hacer un escrito corto y conciso sobre el The Man-Machine, poner alguna foto, incluir algunos de sus vídeos... pero finalmente me he liado como una persiana y he acabado haciendo un breve (brevísimo) recorrido por la historia de Kraftwerk y sus antepasados. Se de buena tinta que la historia de Kraftwerk es  mucho más amplia, donde un experto en el tema te lo explicaría de forma más extensa y posiblemente más clara. Pero esto es un blog, así que yo solo he expuesto algún dato anecdótico e incluido fotos y vídeos haciendo de ello una pequeñísima introducción. A decir verdad, he puesto lo que realmente se. Me falta mucho por descubrir sobre ellos, y es que Kraftwerk tampoco es un grupo que se haya abierto al público (con lo cual también me parece correcto). Más bien han sido seres frios, serios y distantes.
Hablando del tema, no hace mucho, Wolfgang Flür sacó un libro llamado: "Kraftwerk: Yo fui un robot"Flür, parece resaltar el aspecto psicológico de cada uno de los integrantes de este mítico grupo, a parte, claro está, del suyo propio, ya que no deja de ser un libro autobiográfico, donde se muestran inéditas fotografías e historias y detalles (nunca aireadas ni expuestas al gran público) explicadas de primera mano, por un Kraftwerk.


Finalmente, os dejo el vídeo de uno de los temas más característicos de Kraftwerk"The Man-Machine". Dicho tema, reúne de forma lacónica lo que han sido estos últimos treinta años en el ámbito electrónico musical, siendo un trabajo vital para conocer de más cerca el electro y el techno actual.