lunes, 12 de marzo de 2012

Los tres discos de la semana

Canned Heat: "Boogie with Canned Heat" - 1968

Clásico álbum de estimulante boogie y cuantiosas dosis de blues en el que se destaca el inolvidable “On The Road Again” o los vibrantes blueses de etilo sureño tales como “Evil Woman” o “My Crime”. El álbum musicalmente es fabuloso, pero hay que agregarle la portada del mismo. Simplemente excelente.



Fred Wesley & The J.B.'s: "Damn Right I Am Somebody" - 1973/74

A principios de los setenta Fred Wesley jugó un importante papel en la vida artística de James Brown y en este trabajo, se nota la calidad de uno y de otro. Por un lado, están los ya célebres y feroces gritos de James Brown, por no decir su imperante y sobrada voz y sus espectaculares y frenéticos bailes a ritmo de funk, además de tener una consagrada y exitosa carrera musical.
Después está el trombón de Fred Wesley dándole al funk una justa, pero fulgente pincelada de jazz. Su trombón se nota constantemente y es ya, marca de la casa en los discos de J.B.'s.


En este gran grupo han trabajado y han salido excelentes músicos como el cantante y saxofonista Maceo Parker, Pee Wee Elis (otro grande del saxofón), el organista y cantante Bobby Bird (el descubridor de James Brown y donde ambos formaron la piedra angular de los Famous Flame a principios de los cincuenta) o el excéntrico bajista “Bootsy” Collins, que años más tarde se introducirá en la efervescente nave nodriza de Parliament/Funkadelic capitaneada por el estrambótico George Clinton


La portada brilla por sí sola, increíble y atractivo dibujo que nos evoca al oscuro pasado de la esclavitud afroamericana.




Funkadelic: "Maggot Brain" - 1971

Ya que he acabado hablando de George Clinton en el disco anterior, he pensado en dedicar el Maggot Brain de Funkadelic. Publicado en 1971 nace (también con el impulso creativo de Sly & The Family Stone y la influencia total de Jimi Hendrix) el ácido y lisérgico funk/rock de los 70's.

Clinton, pionero del P-funk y fundador de Parliamnet/Funkadelic (una banda que podía albergar a más de 3o músicos) ha sabido combinar a la perfección el soul/funk de toda la vida, con el rock psicodélico más agitado del hippismo.

Uno de los temas más emblemáticos de este preciado álbum es el mismo “Maggot Brain”, corte algo melancólico y de gran emotividad de más de diez minutos de duración, donde la guitarra de Eddie Hazel hace de las suyas forjando una preciosa balada instrumental de auténtica cadencia sonora. La burbujeante guitarra de Hazel se diluye con reverberantes efectos sonoros que lo convierten en todo un hito del psychedelic/soul. Se hizo en una sola toma.

En la portada se ve a una afroamericana con el cuerpo hundido en la tierra exceptuando su rostro, y en la contraportada aparece la misma imagen pero siendo su cara una calavera.
En el interior del álbum hay un escrito (y aquí está la polémica) de “The Process-Church of the Final Judgement” una vieja comunidad religiosa que fue varias veces condenada por su creencias satánicas.







martes, 6 de marzo de 2012

Mingus


En mi hay tres hombres. Uno está siempre en el centro: indiferente, impasible, observa, espera que los otros dos le dejen expresarse y decirles lo que ve. El segundo es como un animal asustado que ataca por miedo a ser atacado. Y después hay un hombre dulce y desbordante de amor que deja a los otros penetrar hasta su sanctasanctórum interior, encaja insultos, confía y firma contratos si leerlos, se deja convencer de trabajar por poco o nada y, al darse cuenta de que le han engañado, siente deseos de matar y destruir todo lo que le rodea, incluso a sí mismo, somo castigo por haber sido tan estúpido. Pero no puede y vuelve a encerrarse en sí mismo”.

Declaraciones de Charles Mingus en su autobiografía publicada en 1971.

Mingus provenía de una familia en que se mezclaban diferentes nacionalidades como la europea, china y afroamericana. Siempre tuvo conciencia de sus mestizas raíces donde las defendería y protegería hasta el fin de sus días.

Nació el 22 de abril 1922 en Nogales, Estados Unidos. Su madre falleció al poco tiempo nacer y Mingus quedó a cargo de una dura y estricta madrastra donde la única música que se podía escuchar en aquella casa era la de la iglesia. A sí que Mingus empezó a introducirse en la música a través de la iglesia. Pero poco a poco fue afinando su oído a otros estilos como el jazz escuchando a Duke Ellington.

Ya de joven empezó tocando el trombón, después se interesó por el chelo, pero tras conocer que dicho instrumento era más propio de blancos que de negros, lo rechazó y se paso al contrabajo,donde lo estudió durante ocho años mientras seguía un curso de composición con el célebre músico Lloyd Reese.

Su carrera profesional la empezó desde arriba, desde lo más alto. A mediados de los cincuenta empezó tocando a las órdenes de Charlie Parker, Miles Davis o Art Tatum.
Pero Mingus, era una persona con mucho orgullo y amor propio y no quiso ser el segundón de nadie. A sí que emprendió un nuevo aprendizaje a través de la “third stream” (una mezcla de jazz con música sinfónica) y música de vanguardia. Poco a poco se fue forjando como músico y en 1952, junto con el gran batería y uno de los pioneros del bebop, Max Roach, fundan su propio sello discográfico llamado Debut Records.

Mingus no ha parado de trabajar como músico de estudio y en directo. A todo esto, sus discos de mayor relevancia están considerados como obras maestras de la historia del jazz, dando al contrabajo la importancia que se merecía.



No he podido escuchar todo su extenso y dilatado trabajo, que abarca desde 1953 hasta 1977. En estos veinticuatro años de carrera destacaría el The Black Saint and the Sinner Lady publicado en 1963 con el prestigioso sello Impulse!. Se trata de una suite en seis movimientos representada por una big band de once músicos. La influencia de Duke Ellington en este álbum es indudable, donde (a pesar de ser una big band) los músicos tienen cierta libertad de expresión musical.


Es un disco que se grabó en una sola sesión a pesar de su compleja dificultad. Mingus fusiona una tradicional música de jazz con lo que parece ser música típica del este (por la forma de algunas de sus melodías) y el sur de Europa donde los solos de una guitarra española tocada por Jay Berliner te dejan algo sorprendido y maravillado al mismo tiempo. Es un álbum de gran importancia en la carrera de Mingus, ya que fue la primera vez que se sentó delante de un piano para grabar un disco.


Charles Mingus era un tipo contundente dentro y fuera del escenario. Fervoroso luchador por los derechos civiles de los negros americanos, le tocó luchar en más de una vez al respecto y se enfrentó a las discográficas para no ser engañado por el simple hecho de ser negro.
Por otra parte, también batalló contra las drogas y el alcohol. Llegó a romperle la mandíbula de un soberbio puñetazo a su trombonista, Jimmy Knepper, cuando lo encontró en unos lavabos metiéndose una aguja hipodérmica entre las venas. El caso llegó a los tribunales y Mingus fue condenado.

Mingus, era un excelente músico, de mente abierta a la hora de componer, siendo todo un explorador musical como hemos podido ver en el tema anterior. Amaba la música latina y se arriesgaba a la hora de combinar instrumentos aún insólitos en terreno del jazz. A parte de su extraordinaria música, también fue conocicido por su forma de expresarse en los medios de comunicación:

"No llamo jazz a mi música. Jazz es sinónimo de música hecha por ciudadanos de segunda clase, música de "negratas". Es una palabra que aleja a los músicos negros del dinero que les corresponde. Toco música y me gusta la música. La buena. No es Jazz, es buena música”.

El periodista y biógrafo amante del jazz Nat Hentoff, piensa en Mingus como un músico de jazz atípico e imprevisible:

Mingus no fue sólo uno de los mejores y más originales contrabajistas de la historia, fue también uno de los pocos solistas legendarios que dejó un corpus distintivo de composiciones continuamente imprevisibles”. 

Charles Mingus no paró de realizar conciertos hasta en 1970 en que le detectaron una esclerosis lateral amiotrófica.
Falleció en Cuernavaca, México, el 5 de enero de 1979. Por petición suya, sus cenizas descansan en el río Ganges. 

Charles Mingus 22-4-1922/5-1-1979

Todo lo que hago es Mingus music” - Charles Mingus.



















































 































 













What's Going On


No podía hacer un “Blogger” como este y no nombrar el indispensable e imprescindible  What's Going On (1971) de Marvin Gaye. Todo un clásico entre los clásicos de la Soul Music, un álbum  que conmueve desde el primer al último tema. Está considerado (por la crítica musical) como uno de los mejores trabajos de la historia del soul y de la música en general. A Marvin Gaye siempre se le ha conocido por los famosos y románticos duetos que hacía con su inseparable e intima amiga Tammi Terrel, además de tener una de las voces más melosas que nos ha dado la música. Pero sobretodo, también será recordado por el emblemático What's Going On. Aquí, cambia de registro engendrando un trabajo superior, más serio y maduro, pero por encima de todo, más comprometido por los convulsivos momentos de su tiempo.


Estamos en 1971 y Marvin, necesita expresar su malestar de alguna manera. La infortunada guerra del Vietnam, el exceso consumo de drogas, el miserable momento que vive la raza negra estadounidense, las muertes que por los antidisturbios policiales se producen día tras día y los asesinatos pocos años atrás de personalidades políticas defensoras de la libertad y de los derechos civiles como John F. KennedyMartin Luther King o Malcolm X hacen que Marvin Gaye reflexione preguntándose “qué está pasando” (What's Going On). De esta forma forjará su mejor álbum hasta la fecha, producido y dirigido por él mismo.

Aquí os dejo una muestra de ello, solo de verlo se me ponen los pelos como escarpias. Se trata de un live llamado "Save The Children".


El disco está compuesto por nueve temas, a cada cual mejor, y cada una de esas canciones están ligadas entre sí como si de una sesión continua se tratase. Dichas canciones, explican una historia, la historia de un militar que regresa a su país después de haber participado en una guerra inútil como fue la de Vietnam. Una vez está en el país por el cual a luchado y arriesgado la vida, se da cuenta de que a su alrededor solo existe odio, rencor e iniquidad.

De todos los discos que tengo (que son unos cuantos) creo que es uno de los que más he escuchado, sino el que más. Es una OBRA MAESTRA en toda regla y decididamente, creo que hay pocos discos como este. What's Going On ha iluminando a futuros cantantes de soul dándole una nueva forma al género, ya que hay un antes y un después de este preciado y estimable álbum.


Desgraciadamente el llamado "Príncipe de la Motown" murió de forma prematura a los 44 años en manos de su propio padre. Por aquel entonces Marvin había tocado fondo y estaba sumido en el deprimente submundo de la cocaína y se aisló buscando cobijo en casa de sus padres, una vez allí, las discusiones eran continuas y en más de una ocasión tuvo la pesarosa intención de suicidarse y acabar con su vida. No hizo falta que lo hiciera él mismo, en medio de tanto altercado, su padre cogió un revolver (que el propio Marvin le había dado meses antes) y acabó con su vida.


A Marvin Gaye le pasó como a tantos otros grandes artistas que tocan el cielo del éxito y la fama y de pronto, casi sin darse cuenta arañan las entrañas del infierno. A veces la gloria del éxito se paga muy cara.

Siempre nos quedará su excelente música, su almibarada voz y apacible aspecto. Su música perdurará a través del tiempo, porque la buena música nunca muere.

Marvin Gaye 2-4-1939/1-4-1984
















lunes, 5 de marzo de 2012

Los tres discos de la semana

The Jimi Hendrix Experience: "Axis: Bold As Love" - 1967

Le toca el turno al genio y mito de la guitarra Jimmi Hendrix. No hace falta hacer ningún tipo de introducción de quién fue. Más o menos, todos sabemos algo de él. Es alguien que se reconoce nada más oírlo. Su guitarra electrificada, su voz grave, su locura excéntrica encima de los escenarios, su loca y agitada forma de vivir, su blues, su rock, su presencia, su prematura muerte... Es todo un mito de la historia de la música a la altura de Bob Marley, John Lennon, Jim Morrison.... El primer elepé con su banda, The Jimmi Hendrix Experience, el “Are You Experienced?”, fue todo un acontecimiento, precursor de fusiones de diversos géneros tales como el hard rock, el blues más vetusto y la psicodelia muy propia de la época. Si duda, se afirma fue su mejor álbum, pero yo haré mención de su segundo trabajo, el Axis: Bold As Love, puede que si sea algo inferior a su precedente disco, pero la carátula del álbum que nos ocupa es soberbia y majestuosa, toda una ilustración de Jimmi Hendrix llena de emblemáticas y mitológicas personalidades procedentes de la India. En aquellos años (estamos en 1967) las creencias hinduístas crecían en la comunidad hippie de forma exorbitante. El disco es una obra de arte, no solo por el diseño de su carátula, sino, también por su música. Recomiendo enormemente el “Bold As Love”, un lento pero potente track de unos más de siete minutos lleno furia electrificada donde asoman unos atractivos flangers. También están las baladas "One Rainy Wish" y “Little Wing” donde más tarde Eric Clapton y su banda harían una  versión. Para mí, "Little Wing" es una de las canciones más bellas del Axis: Bold As Love y de la carrera en general de Jimi Hendrix.


John Coltrane: "A Love Supreme" - 1964.

Quizá estemos ante uno de los discos que más admiro a nivel personal, junto con el What's Going On de Marvin Gaye. Emblemático donde los haya, el A Love Supreme merece estar en el podio de aquellos álbumes que cambiaron el transcurso de la música popular. Hay razones para admitir que estamos ante (probablemente) el mejor trabajo de jazz que jamás se haya realizado, claro que, dicho comentario puede tener cierta controversia, ya que de elepés relacionados con el jazz hay a manta y muy buenos. Pero personalmente (porque no deja de ser una opinión de criterio propio) el A Love Supreme es único y marcó un antes y un después en el mundo del jazz.

En el libro “A Love Supreme: La historia de un álbum emblemático” de Ashley Kahn en el prólogo escrito por el batería (perteneciente a aquel maravilloso cuarteto) Elvin Jones, dice algo curioso y cierto al mismo tiempo: “Para saber quién era John Coltrane hay que conocer A Love Supreme. Es como la culminación de un hombre, toda la historia de su vida entera. Cuando alguien quiere convertirse en ciudadano americano, tiene que hacer juramento de lealtad ante Dios. A Love Supreme es el juramento de lealtad de John Coltrane".


Este no era un disco más de Coltrane, "era el disco", su obra magma, la culminación de un hombre, tal como bien dice Elvin Jones. Este trabajo es la declaración espiritual más profunda de Coltrane. El mismo, buscaba otra dirección, otro camino de cómo expresar el jazz y él sabía que llevaba algo dentro de sí, algo que tenía que expulsar de alguna manera, expresarlo, sacarlo y grabarlo. Finalmente, en 1964 después de estar días y días encerrado en su estudio, Coltrane termina su obra maestra.

A todo esto, Alice Coltrane en su día dijo lo siguiente: "Era como Moisés bajando la montaña, fue tan bonito. Bajó y tenía esa alegría, esa paz en el rostro, tranquilidad. De manera que le dije": <<Explícamelo todo, no te hemos visto en cuatro o cinco días...>> Él dijo: <<Ésta es la primera vez que me ha llegado toda la música que quiero grabar, en una suite. Ésta es la primera vez que lo tengo todo, todo listo>>.


El saxofonista Archie Shepp señala: "En los sesenta, estábamos en la época de las religiones orientales, la nueva espiritualidad y el Hare Krishna, y era la matriz de donde provenía Trane...y encajó perfectamente".

Era un disco universal, se podía escuchar en cualquier parte y lugar, bien podrían escucharlo la gente de clase alta y sofisticada, los hippies del movimiento por la paz o la gente más pobre de los guetos...

Coltrane iba más allá, estaba un peldaño por encima de cualquier músico de jazz a la hora de experimentar musicalmente, capaz de crear una suite tan sorpresiva como A Love Supreme o de rememorar el clásico tema de Sonrisas y Lagrimas de Richard Rogers y Oscar Hammerstein II, "My Favorite Things" (1961) haciéndolo prácticamente suyo.

Después de una corta, pero intensa adicción a la heroína, que finalizó en 1957, Coltrane decide dejar la aguja hipodérmica y centrarse en su música.
Una importante y significativa ayuda vino del pianista Thelonious Monk (pieza clave en el bebop y en la historia del jazz) que le enseñó las bases y el desarrollo de su particular sonido. Con él aprendió la técnica de los "multiphonics" o "capas de sonido", que consiste en hacer sonar varias notas a la vez. Aquí es donde Coltrane cambia de estilo y empieza a limar su característico e inconfundible sonido.  

En la parte trasera del disco Coltrane dice: “Durante el año 1957 experimenté, por la gracia de Dios, un despertar espiritual que me condujo a una vida más rica, plena y productiva".

La notable influencia que ha ejercido éste disco sobre otros, es considerable. Músicos de toda índole se postran y alaban A Love Supreme. Desde importantes músicos de jazz como Pharoah Sanders o Albert Ayler (los dos claros sucesores de Coltrane) pasando por los cantantes Bono de U2 o Michael Stipe de REM.... Ya no hablo solo de influencias, sino, más bien, del respeto que se le tiene a este álbum.

En la carátula principal del disco se muestra a un Coltrane serio, concentrado, pensante con el entrecejo fruncido... Emblemática imagen para un álbum supremo.

No hay que olvidar que este disco no hubiese sido posible sin la excelente participación del jovencísimo McCoy Tyner (creo que no superaba los 20 años) al piano. De Jimmy Garrison al bajo y del ya citado antes Elvin Jones a la bateria, todos ellos con mano maestra hicieron posible esta OBRA MAESTRA del jazz.

Desgraciadamente, en 1967 Coltrane muere por una infección hepática. Sus últimas grabaciones dejan constancia de hasta dónde podría haber llegado su sonido. Un sonido sin límites, sin estructuras armónicas donde el encaminamiento al mundo étnico/oriental estaba cada vez más claro. 

Ravi Shankar.

Este disco me ha conmovido mucho. Ya lo he escuchado tres o cuatro veces, y se lo he puesto a los músicos que están conmigo ahora. Es precioso, especialmente el clímax del tercer movimiento, y después la resolución de la última pieza (“Psalm”. Luego, leyendo el texto de la carátula, no me han sorprendido nada su entrega, su fe y su amor a Dios”.

Moby.

A Love Supreme es seguramente uno de los discos más bonitos y sublimes del siglo veinte”.




Alice Coltrane: "Journey In Satchidananda" - 1971.

Después de la inesperada muerte de John Coltrane, la pianista, organista y arpista Alice Mcleod, más conocida como Alice Coltrane se dedicó en cuerpo y alma a hacer su propia música, a fundar un sello (en honor a su difunto marido) llamado Coltrane Records y a crear álbumes de auténtica orfebrería sonora.

Tal como hizo su marido, se introdujo en el mundo étnico de otros lugares del planeta como Africa o la India, donde finalmente se mudaría a la religión hindú.

Su música fue (y es) una bella unión entre el jazz más ambiental y la música más tradicional de la India. El resultado final se traduce en este respetado y estimable álbum cuyo nombre Journey In Satchidananda (en sánscrito se traduce a “la gracia de la consciencia esencial”) deja bien claro en que dirección quiso dirigir su música. Journey In Satchidananda crea un ambiente místico y envolvente producido por una instrumentación exótica como por ejemplo el sitar hindú, que se pronuncia constantemente, o la tambura, instrumento de cuerda originario de Croacia, así como de su inseparable arpa.

Es una carátula sencilla, sin mucha pomposidad, pero su presencia (la de Alice) te produce cierto respeto y te preguntas “de qué irá esto”.
Acto seguido abres el disco y ves las fotos que hay en su interior. Están las imágenes del saxofonista de moda (en aquella época) y claro sucesor de John Coltrane, Pharoah Sanders. En dicha imagen se ve como toca el saxofón soprano, instrumento en que John Coltrane volvería a poner de moda (antes lo habría hecho el pionero Sidney Bechet) en 1961 con su eterno “My Favorite Things”.
También se puede ver a Vishnu Wood con el laúd árabe y una joven de la cual desconozco su nombre con el sitar. Aparece también el contrabajista Charlie Haden, quien años precedentes revolucionaría el universo del jazz de la mano del vanguardista Ornette Coleman con el free jazz . Y claro, después tenemos a Alice Coltrane, que se ve de forma muy concentrada y en plena magnificencia tocando su leal arpa.

Journey In Satchidananda es un fastuoso y brillante disco, recomendable a todo aquel o aquella que le interese la etno music o el jazz más arriesgado.